Los irradiados

Publicado en NZZ am Sonntag, 27.3.2016

La catástrofe nuclear de Fukushima ha forzado a cientos de miles de personas a dejar atrás su tierra y continuar con sus vidas en otros lugares. Muchos de ellos sufren de un estigma conocido como “hibakusha,” que en la memoria colectiva aún recuerda a los supervivientes de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki en 1945. Hoy en día, una vez más, los afectados están escondiendo sus orígenes biográficos o son rechazados en sus nuevas comunidades. Viajé por el país entero para encontrar algunos de esos “nuevos hibakusha,” muchos de los cuales preferirían no ser encontrados.

Lea aquí el artículo:

© KYODO / MAXPPP / KEYSTONE / NZZ AM SONNTAG

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La catástrofe nuclear de Fukushima ha forzado a cientos de miles de personas a dejar atrás su tierra y continuar con sus vidas en otros lugares. Muchos de ellos sufren de un estigma conocido como “hibakusha,” que en la memoria colectiva aún recuerda a los supervivientes de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki en 1945. Hoy en día, una vez más, los afectados están escondiendo sus orígenes biográficos o son rechazados en sus nuevas comunidades. Viajé por el país entero para encontrar algunos de esos “nuevos hibakusha,” muchos de los cuales preferirían no ser encontrados.

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